Sunday 6 November 2011

Cuando sintamos que el temor y la aflicción asechen y que
Dios nos ha abandonado, arrodillémonos delante de Él y
expresemos con toda sinceridad nuestros sentimientos.
  Entonces, Nuestro amado Señor hablara a nuestro
corazón diciendo:
 “Yo nunca me he olvidado de ti” y sentiremos
Su presencia a Nuestro lado.

Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
con todo, Jehová me recogerá.
Salmo 27:10

No comments:

Post a Comment